viernes, 11 de abril de 2008

El paseo de los neuróticos ...

Arriba de un colectivo, lleno o medianamente lleno, surgen todo tipo de situaciones en las que la especie humana funciona casi categóricamente de determinadas maneras.
Inicialmente, uno/a sube, mira estratégicamente (cuando puede) donde ubicarse. Tratando en lo posible de conseguir un asiento, de predecir quién será de los que están sentados, el que se pare más rápido.
El objetivo de esta conducta consiste en obtener el premio final: un asiento.
La situación se vuelve deporte, cuando comienza la carrera por obtener el premio.
Los protagonistas son:
¨El abarcador y el despojado ¨: Un ejemplo, es el que esta sentado agarrado de dos asientos, tratando de abarcar dos hileras (de ese modo existen más chances de lograr el objetivo).
Mientras , seguramente hay un otro que viene, tras el vaivén de las calles porteñas, a los saltos, sumado a la desenfrenada capacidad que tienen la mayoría de los colectiveros de ir ¨a las chapas¨, sin tener de donde agarrarse… y continuar haciendo malabarismos de todo tipo para no caerse y morir en el intento.
La situación sería un potencial de riesgo, si encima ese otro, viene cargado de cosas o si desprevenidamente le suena el celular.
Lograr el premio final, se vuelve entonces en una especie de travesía.
¨El desubicado ¨ en cambio es, el sujeto que logra ubicarse estratégicamente, pero al descender la persona que estaba sentada, debe modificar su posición hacia el lado contrario para poder ingresar y obtener el gran premio.
Y en ese mismo instante, un tercero (en discordia) aparece casi de la nada, porque acaba de subir e ingresa rápidamente y se sienta.
Debo aclarar en este punto que cuando uno esta en el lugar de este tercero, el placer es inigualable… ahora, si se encuentra en lugar del desubicado… pasa a ser un resentido.
¨Congregación en disputa¨ : se refiere cuando hay dos o tres personas ubicadas estratégicamente en disputa del lugar (el asiento) .El poseedor del trono, se digna a levantarse, y allí ocurren todo tipo de miradas casi aniquiladoras cuyas mentes probablemente estén meditando : Ni se te ocurra, ese asiento, es mío! Aunque también este pensamiento puede ser encubierto, por una frase del tipo : No te vas a sentar?
Por supuesto gana quien mejor posicionado esté, o quien mejor fortuna tenga, dependiendo siempre del estilo de descenso de quien estaba ubicado en el ¨trono ¨
¨El desafortunado ¨ es quien logra obtener el premio deseado, pero al cabo de una milésima de segundos, sube una persona mayor o embarazada a quien no le dan el asiento correspondiente para su estado. En ese momento el desafortunado, piensa en hacerse el dormido, el distraído... en definitiva hacerse el olímpicamente, el boludo.
Pero seguido de eso, aparece la siempre inoportuna, culpa. Entonces, el desafortunado, procede a ceder su gran premio, casi triste por la entrega pero orgulloso por su buen actuar.
Vale aclarar que hay sujetos que esquivan a la inoportuna casi groseramente y ésta pasa simplemente desapercibida o al menos eso es lo que se trasluce.
¨El atrasado¨ por otro lado, es quien finalmente consigue su premio, solo que está a dos paradas o menos de descender del ¨bondi¨.
No siempre es más vale tarde, que nunca.

En fin, una vez analizado vagamente estas conductas, me queda la obligación de aclarar que mi campo de exploración se remite a la línea 41, ó ¨el colectivo de los locos ¨.
Así denominado por mi hermano, dado que el 70% de sus pasajeros se destinan hacia la Facultad de Psicología.

Caben destacar los siguientes comportamientos :
- Personas leyendo textos de Freud, Lacan, Piaget, Winnicott etc
- Sujetos (desafortunadamente para quien escucha sin quererlo) teniendo diversas conversaciones sobre ¨psicopato¨ o alguna otra materia y/o cátedra.
O peor aún escuchar sobre el complejo de Edipo evidente no resuelto de Fulanito o la Neurosis Obsesiva que parece tener Menganito… y lo gracioso que es… ¿!!!?