viernes, 30 de enero de 2009

You can run, but you can´t hide, baby !

Me quiere?





No me quiere?



Me quiere?


No me quiere?




Me quiere ...?




We can always play games

But LOVE...

love,

always find us.

5 comentarios:

Zeb dijo...

Estás hasta las manos...pero HASTA LAS MANOS eh!

:o)

Anónimo dijo...

Mlle. Julie:

Tengo un problema con las margaritas y no es alergia.

Le cuento:

Resulta que apenas comienzo a "deshojar" (más bien debería ser «despetalar») algún ejemplar de dicha especie, cosa que realizo siempre siguiendo el sentido de las agujas del reloj...por las dudas, un nuevo pétalo surge seis o siete lugares más adelante, con lo cual se hace interminable este pasatiempo y termino arrojando la margarita a los chanchos, al tiempo que me viene la imperiosa necesidad de buscar tal o cual foto de tal o cual persona para preguntárselo a la cara. Luego recuerdo que no acostumbro a guardar fotos, salvo dos de mi hija, una de mi recientemente difunta madre y otra mía, por si me vuelvo acromegálico o me transformo en el gordo de los 'Fantastic Four'. Acto seguido pienso en discar ciertos números y ahí empieza el lío cuando alguna voz conocida contesta del otro lado lo que uno no deseaba oír de parte de la margarita.
Por todo esto, prefiero mil veces las cartas a los llamados telefónicos y regalar comida hecha con mis propias manos a que obsequiar flores obstinadas como las margaritas.
Ocasionalmente, encuentro alguna rosa en el camino, como Juan Luis Guerra y la tomo por la base; mi corazón siempre se sale de la vaina por preguntarle "To be or not to be. That's the question"

No tengo la dicha que tiene Ud., que posee el beneficio de la duda.

Salut!

★ July in the sky with diamonds ★ dijo...

Zeb, as always ... algunas cosas nunca cambian.
felíz regreso! A ver que contas de tus vacas romanticonas eh?! :) ojalá la hayan pasado muy lindo !
Besos

Athos, si no tengo el beneficio de la duda -que me otorga un mínimo de fe- en el tramposo y confuso,pero maravilloso camino de la dicha (¿?) en el amor... qué me quedaría?
Adoro las margaritas, son las consultoras del amor... lástima que no dan consejos y no tienen la facultad que tienen los girasoles de indicar simpáticamente hacia donde esta el sol (tonta metáfora).

Igual las sigo adorando, blancas y radiantes, sencillas, simpaticonas, alegres y dulces, siempre dulces ..

Nunca tuve el placer de recibir margaritas. El hombre que regala flores (entiendase superficialmene, solo como cumplido)va a lo seguro: rosas.
Sin dudas prefiero otro gesto, tal como los que enumera usted. Las flores pueden marchitarse, por lo contrario hay momentos que perduran memoriosos en los corazones..

Hace tiempo, mucho tiempo que temo dehojar alguna margarita de mi balcón. Casi siempre anticipo la respuesta.
Sin dudas, elijo entonces, el beneficio de la duda.
Besos y un gran abrazo, cargado de fuerza y ánimo por la triste noticia que me comenta.

Mlle. Julie

Anónimo dijo...

Mlle. J:

Gracias por su abrazo. Son varios mis duelos inconclusos, así que sus palabras de aliento me vienen de maravilla.

Retomando, veo Ud. no deshoja margaritas de su balcón por temor. Yo, por mi parte, he decidido dejar de lado las margaritas y comprarme un pequeño cactus. Mi pequeña aprendiz de mosquetera («Pequeña G.», como la bautizara el amigo Porthos Rex) promovió tal adquisición y luego dio al cactus el honroso nombre "Pinches", en una de sus últimas incursiones a mi capitalino depto.
Los cactus tienen flores hermosas que duran muy poco tiempo (no mucho más de un día), pero vuelven a salir a cada año y con cada «hijo» que "echan" estas solitarias plantas.
Cuando vuelva a enamorarme, regalaré un rechoncho cactus en flor a la mujer amada, para que siempre tenga presente que el amor es como ese cactus. Su flor es como la Pasión de Amor: siempre pasajera, aunque indefinidamente recurrente. El cuerpo del cactus es como el Amor Genuino, abunda en espinas, pero también en agua, vive mucho tiempo y necesita muy poco para subsistir, pero uno debe buscar en los más áridos parajes para hallar un cactus robusto y tomar prestado uno de sus hijos para entregarlo con las manos ensartadas por sus púas. (Metáfora Botánica)

Quizás algún día nos crucemos en la calle, yo con mi peluca de mosquetero, llenas las manos de espinas y Ud. con todo pétalo arrancado de su margarita. Y, tal vez, tecito de por medio, Ud. me cuente por quién ha contestado la margarita "me quiere" y yo revele a quién he regalado una rechoncha planta espinosa en flor dentro de una macetita.

Chin-Chin!

Salut!

★ July in the sky with diamonds ★ dijo...

Bellas metáforas botánicas !

Quien sabe , el mundo es pequeño cuando quiere, si ve a una señorita un poco despeinada, con cara de desorbitada y una margarita un poco maltratada, sin dudas ... seré yo.
Durante el té (o los ¨tes¨)prometo contarle y escuchar-le !
Cheers !